Mirador del Obelisco: Una Nueva Vista desde el Corazón de Buenos Aires
Un emblema que renace
El Obelisco, símbolo indiscutido de la Ciudad de Buenos Aires, renueva su propuesta y se transforma en un nuevo atractivo turístico: El Mirador Obelisco, una experiencia que permitirá a porteños y visitantes subir hasta la cima para disfrutar de una vista 360° desde 67,5 metros de altura.
Con una intervención respetuosa del patrimonio, se instaló un ascensor moderno, con un lado vidriado y otro con pantalla digital, que permite ascender hasta el nivel 55.
Desde allí, una escalera caracol de 35 escalones lleva al mirador, ubicado en el punto más alto del monumento. Hasta hoy, llegar allí implicaba subir los 206 escalones de una escalera marinera angosta y empinada, inaccesible para la mayoría.
Desde el mirador, a través de cuatro ventanas orientadas estratégicamente a los puntos cardinales por las que se logra una visión completa, podrás disfrutar de una panorámica inigualable desde el corazón mismo de la Ciudad.
La entrada se realiza por la Plaza de la República. La visita incluye una propuesta museográfica en la base, pensada también para personas con movilidad reducida, que podrán conocer la historia y los secretos del monumento sin necesidad de subir.
- Un Certificado de participación, una botella de agua y un pin del Obelisco, perfecto para llevarse un recuerdo de esta experiencia única en el corazón de Buenos Aires.
Un poco de historia
Inaugurado el 23 de mayo de 1936 como homenaje al cuarto centenario de la primera fundación de Buenos Aires, el Obelisco se alza en el lugar donde se izó por primera vez la bandera nacional en la Ciudad. Fue diseñado por el arquitecto Alberto Prebisch, referente del modernismo argentino y autor del vecino Teatro Gran Rex.
Con una base de 6,8 metros por lado y un peso de 170 toneladas, domina la intersección de dos avenidas icónicas:
- La 9 de Julio y la Corrientes.
- Desde su mirador, cuatro ventanas orientadas a los puntos cardinales ofrecen una panorámica inigualable.
Curiosidades
-
El Obelisco estuvo a punto de ser demolido apenas tres años después de su inauguración, por consideraciones estéticas y económicas.
-
Su construcción fue récord para la época: Sólo tomó 31 días, con 157 operarios trabajando día y noche.
-
Hoy es el lugar elegido para celebraciones populares, manifestaciones y postales inolvidables de la Ciudad.
Una experiencia para todos
Esta nueva etapa del Obelisco lo vuelve más accesible y vivencial.
La Ciudad de Buenos Aires, que recibe más de 9 millones de turistas al año, suma así un nuevo motivo para mirar hacia arriba y dejarse sorprender por su ícono más querido.
Muy pronto, esta experiencia estará disponible para el público general. El Obelisco no solo se ve: Ahora, también se vive desde adentro.
0 Comentarios